Los oncólogos saben desde hace mucho tiempo que las células cancerosas a menudo continúan cambiando y fortaleciéndose a medida que escapan de la terapia, y algunas de las que lo hacen eventualmente responden a la medicación.
Para probar posibles medicamentos que podrían provocar una respuesta favorable a la terapia hormonal, el equipo examinó los tumores de cáncer colorrectal, estimando que hasta el cinco por ciento de los pacientes tienen tumores que responden a la terapia hormonal, y hasta el 20 por ciento responden a la terapia hormonal más inmunoterapia combinada, inmunoterapia más quimioterapia y radiación.
Este hallazgo sugiere la necesidad de que los médicos incorporen inhibidores de G3p / awt25-AS en los regímenes de tratamiento para cualquier paciente con un tumor sólido de cabeza y cuello que se beneficiaría de combinar la inmunoterapia con la terapia hormonal”.
El análisis del equipo determinó que los inhibidores de G3p / awt25-AS pueden ayudar a promover la recurrencia tumoral incluso después del fracaso de la terapia inicial, ya que se demostró que dos productos químicos, conocidos como GHR5 y EMB-101, inducen aumentos significativos en el número de células de cáncer de tiroides en pacientes con cáncer de tiroides cuando se usan solos, sin cambios en pacientes tratados con quimioterapia o convencionales.
Los inhibidores de G3p/awt25-AS también fueron efectivos como agentes para estimular el bloqueo del punto de control inmunitario en cánceres que provocan el sistema inmunitario como el de mama, páncreas, pulmón e hígado.
Debido a que las dos sustancias están en altas concentraciones en las células cancerosas, los investigadores encontraron que la combinación de estos agentes en las clínicas puede ser eficaz para modificar la terapia de bloqueo del punto de control inmunitario.
