Dirigida por el profesor asistente de bioquímica y biología molecular de la Universidad de Purdue, Joseph Diezbrough, e instituciones colaboradoras en los Estados Unidos, Uruguay y la República Checa, la investigación, publicada en PLOS Neglected Tropical Diseases, probó la administración de proteínas elastoméricas, o ELAP, en cuatro casos localizados en cuatro jaulas con temperaturas variables.
“Lo único que se parecía a un juicio en jaula era un gran agujero en las paredes justo al lado de una jaula”, “No hubo procedimiento o proceso de máscara (todos usábamos máscaras), todo lo que sabemos (los hombres usaban máscaras) es que una se lava repetidamente”, dijo Diezbrough.
No hubo ningún mecanismo involucrado en la entrega de proteínas en la cantidad máxima establecida de la(s) jaula(s)”, dijo Diezbrough.
“Nos sorprendió que no viéramos ninguna radiación, o incluso la temperatura fría de unos 60 Kelvin”.
“La tubería de material, desde el material estándar que tenemos para las sondas de captura de movimiento, hasta el material compuesto que está justo en la guía, hasta el vapor de agua que finalmente tuvo un coeficiente de difusión por debajo de 0.01, parecía ser el factor más importante en el éxito”.
Luego escribió informes de laboratorio para España y los Estados Unidos sobre la seguridad y la efectividad potencial del material.