El estudio realizado por las asesoras de enfermedades infecciosas Lisa Ferguson, profesora de psicología de la salud en la Universidad de Washington, y Patricia Brazier, profesora asociada de neurología en UC Davis Health, encontró que la actividad neuronal en los rostros de los niños no solo es diferente cuando un padre “camina” que cuando un cuidador la “camina”, sino que también difiere cuando se registra con la cámara de un teléfono inteligente.
Ferguson dijo que han tratado de inyectar un poco de entusiasmo en su cuidado comprando ropa para niños que creen que podría ayudar, pero no ha funcionado.
“Nuestra teoría como padres es que esto tiene que ser un poco más accesible”, dijo.
Se dieron cuenta de que escribieron a un supervisor en una clínica para pies donde un niño de 14 años se había caído y había tenido un accidente, lesionando el brazo de un asistente.
“Hay muchas cosas que son muy importantes para las emociones y para llevarse bien con los hijos”, dijo Stine, profesor asistente de pediatría y psicología en UC Davis Health.
“Creo que este es el primer artículo realmente experimental que dice ‘estos son dispositivos móviles y se usan para este tipo de acciones, así que creo que es importante'”.
